UBICACIÓN TAXONÓMICA
Los 13 géneros que constituyen la
familia Achatinidae, son endémicos de África, aunque unas pocas especies han
adquirido notoriedad mundial al ser introducidas por el hombre en muchas
regiones tropicales. Los caracoles son moluscos pertenecientes a la Clase
Gasterópodos y se diferencian de las babosas por poseer una concha dorsal
externa muy visible de formas y caracoles variados según la especie. (Martínez
y Martínez, 1997).
Según Fernández;
2007. Achatina fulica pertenece a la siguiente
clasificación taxonómica:
Reino: Animalia
Phylum: Mollusca
Clase: Gasterópoda
Subclase: Pulmonada
Orden: Stylommatophora
Suborden: Sigmurethra
Superfamilia: Achatinoidea
Familia: Achatinidae
Género: Achatina
Especie: fúlica
El A. fulica,
conocido como “caracol gigante africano” es una de las especies más grandes
conocida dentro de los caracoles terrestres, es un gasterópodo, invertebrado y
de sangre fría. Su morfología externa la podemos dividir en dos partes la
concha, que es helicoidal, espiral, alargada y dura y en segundo lugar el
cuerpo, conformado por la cabeza, el pie y la masa visceral.
La cabeza, contiene cuatro tentáculos
retractiles (dos de ellos más largos en cuyos extremos se ubican los ojos) que
cumple con las funciones de los sentidos. El pie, está estructurado por fibras
lisas que segregan la sustancia mucosa (musina) que facilita el desplazamiento
ágil del molusco. La masa visceral está incluida dentro de lo que se denomina
el saco visceral, el cual reposa sobre el pie del caracol (Figueredo, 1996).
Además de las partes ya mencionadas A. fulica está constituido por una doble
bolsa: la interna conformada por la capa musculosa. Y la Externa, también
denominada capa de revestimiento o cutánea la cual contiene las glándulas que
segregan el moco o baba que tiene funciones lubricantes protectoras y de poder
hidrófilo. Esta baba brillante que segrega su cuerpo facilita el movimiento y
nos sirve para detectar su presencia (Bowdich, 1822).
Es una especie hermafrodita, lo que
significa que un mismo individuo posee los dos sexos, siendo capaz de
poner huevos y de fecundar a otro individuo de la misma especie. A partir de
los 4 a 6 meses de edad pueden
volverse sexualmente activos (reproducirse). “Los adultos de mayor tamaño son
capaces de poner hasta 400 huevos por postura, las que se pueden
repetirse hasta 6 veces al año. Este caracol puede vivir por más de 6 años, lo
que le otorga la oportunidad de dejar miles de descendientes. Se puede resumir el ciclo biológico de A. fulica en las siguientes fases:
-
Cópula
Achatina fulica es hermafrodita pero es incapaz de autofecundarse por así decirlo,
para que ocurra una cópula exitosa es necesario que existan dos ejemplares, durante el cual dos animales se
reconocen y se frotan repetidamente con las rádulas, adoptando una postura
horizontal en direcciones opuestas. Estos movimientos se acompañan con la
secreción de mucus proveniente de las glándulas multífidas, lo que facilita la
salida de los dardos calcáreos de sus bolsas, actuando recíprocamente como
órganos excitadores mediante estímulos de picado alrededor de los órganos
genitales. De esta forma, se provoca la evaginación de los penes.
El pene de cada uno
de los animales se mueve libremente y penetra la vagina del compañero merced de
la acción de los músculos pene anos y a su propia estructura, momento en el
cual se vierte el espermatóforo, elemento que suple la ausencia del órgano
eyaculador en los Achatinoideos. La cópula dura entre 5 y 10 horas. Durante el
período de actividad realizan hasta seis acoplamientos en dos meses, siendo
normal uno cada 21 días (Fontanillas, 1989)
- Fecundación
Para que se lleve a cabo el proceso de
fecundación se requiere que los óvulos elaborados en la glándula hermafrodita
lleguen a la “cámara de fecundación” a través del canal hermafrodita, que es el
lugar donde se efectúa la unión de los óvulos con los espermatozoides
almacenados que remontaron el tracto genital.
Los óvulos fecundados se acumulan en
el canal festoneado, donde son rodeados por una capa de albúmina secretada por
la glándula del mismo nombre, y más tarde por una cubierta calcárea blanquecina
procedente de la secreción de las glándulas multífidas, que se endurece al
contacto con el aire (Cuellar et al.,
1991).
- Oviposición
Luego de fecundados en un lapso de entre 10 y 50 días se realiza la ovipostura.
Durante la ovipostura A. fulica excava un nido,
deposita sus huevos en ese agujero y los cubre con los detritus de la tierra
que usó durante la excavación. Esta postura por lo general ocurre debajo de
hojas, piedras, etc, cualquier sitio con condiciones de temperatura y humedad
propias que facilitan el desarrollo de los huevos.
La estructura del
huevo consiste en una cubierta externa impregnada de compuestos cálcicos, una
capa interna fina, membrana hialina y un cúmulo de albúmina en el seno de la
cual se encuentra el embrión. El período de incubación dura de 10 a 25 días y se realiza según la especie, los individuos y las condiciones
ambientales. (Bowdich, 1822).
- Incubación
En una
investigación en laboratorio, se ha comprobado que el tiempo de incubación está
comprendido entre 7 y 12 días, considerando los parámetros de temperatura (23 a
26ºC), pH en rango de 6-7 y humedad relativa entre 73% a 78%. Otros estudios
reportan cifras similares para los mismos parámetros evaluados. (Período de
incubación que varía de 10 a 25 días, temperatura 20 a 25 ºC, pH 5-6 y humedad
entre 76% a 87%).
-
Eclosión (período embrionario)
Como el caracol
prefiere lugares húmedos, la eclosión ocurre generalmente en un día húmedo,
lluvioso o por la noche, después que el embrión se ha desarrollado y ocupa todo
el espacio interior del huevo. Una vez liberado del huevo, el caracol juvenil
permanece 5 a 10 días en la cámara de incubación alimentándose de los restos de
la cubierta calcárea y del detritus orgánico.
Los Caracoles Gigantes Africanos son de hábitos
nocturnos, lo que significa que presenta mayor actividad biológica durante la
tarde, noche y en las primeras horas de la mañana, dependiendo principalmente
de la temperatura y la humedad ambiente.
Cuando las condiciones climáticas le son
desfavorables, como por ejemplo, épocas de escases de lluvias o de temperaturas
extremas (muy cálidas o frías), el caracol se protege aletargando su
metabolismo y recubriendo la abertura de su caparazón con una membrana, llamada
epifragma , que tiene la función de evitar la deshidratación del individuo.
Además, para aumentar su protección, suele enterrarse a poca profundidad.
- Plaga agrícola
Causa daños considerables a las plantas en los sistemas agrícolas
tropicales y subtropicales, es un herbívoro polífago que ataca más de 100
especies de plantas cultivables como algodón, bananos, papaya, hortalizas,
frutos, frijoles además de plantas nativas en algunos de los países donde está
presente.
DAÑOS
A LA SALUD
Achatina fulica representa un peligro para la
población ya que su baba puede tener parásitos (fundamentalmente Nematodos) que
generan complicaciones en el sistema nervioso de los seres humanos, utilizando
como principal vector la rata doméstica (Rattus rattus). Esta especie
africana puede actuar como huésped de nematodos del género Angiostrongylus. Dos especies de este género, A. cantonensis y A. costarricenses se destacan desde el punto de
vista sanitario al representar un riesgo para la salud humana. El primero de
ellos es causante de meningoencefalitis y el segundo es agente causal de
angiostrongilosis abdominal.
Los parásitos transportados por
el caracol son usualmente transmitidos a humanos a través del consumo de
caracoles crudos (Prasad et al. 2004; Stokes, 2006). Los seres humanos pueden
ser también infectados por manipular a estos caracoles vivos y al entrar en
contacto las secreciones con las membranas de ojos, nariz y boca (Smith et al.
2010). Esta situación trae problemas sociales, ya que muchas personas utilizan
caracoles vivos como quitamanchas en el rostro y manos, desconociendo los
peligros potenciales para la salud humana (Correoso, 2006). Según Albuquerque
et al. 2008, se encontró a Achatina
fulica alimentándose de heces de toro, siendo así un vector de varios tipos
de enfermedades (Albuquerque et al., 2008).
-
Medidas de control sanitario
Control de
roedores y moluscos.
Desinfección de
las verduras.
Lavado de las
manos.
No consumir
moluscos y crustáceos crudos.
No manipular
caracoles vivos o, evitar el contacto de su baba en las membranas mucosas
de ojos, nariz y boca.
Los caracoles deben
manipularse cuidadosamente con guantes de látex.
No consumir agua
sin garantía higiénica.
Correoso Rodríguez (2006). El control debe ser éticamente
aceptable, considerando aspectos sociales, culturales, no contaminante y no
debería afectar de manera adversa a la flora y fauna nativas, a la salud y el
bienestar humanos, a los animales domésticos y a los cultivos.
Existen varias estrategias de control ya que se
puede controlar la
infestación de esta plaga invasora Achatina
fulica en nuestro cultivo de una forma fácil, práctica y sin mucho costo.
-
Control etológico
Conociendo que el caracol prefiere lugares húmedos
y es atraído a las frutas maduras y a
los fermentos, entonces realizar trampas utilizando cebos o atrayente para el
caracol, como frutas maduras (banano). Los caracoles capturados en las trampas
deben ser retirados, utilizando guantes impermeables, y luego enterrarlos a
0.20 cms de profundidad y aplicar cal viva (Óxido de calcio) para acelerar el
proceso de descomposición.
-
Control mecánico
Si está a nuestro alcance se puede hacer un control
manual, recolectando a los caracoles pero se lo debe hacer cuidadosamente
con guantes de látex o envolviéndose las manos con fundas pláticas, para
evitar los daños a la salud ya mencionados anteriormente. Después de
recolectarlos colocarlos en fundas plásticas y ponerlos en contacto con el sol
para que estos mueran por deshidratación o también se los puede incinerar.
-
Control Biológico
Existen algunos organismos vivos que los prefieren
a los caracoles porque son ricos en proteínas, entre estos tenemos a la
gallinas, patos, pájaros, etc.
-
Control Químico
El empleo de
agentes químicos molusquicidas, este método es costoso y son
tóxicos tanto para diferentes especies de animales como para el ser
humano.
Pero en últimas circunstancias se puede aplicar
un molusquicida natural – El Metaldehido (cebo granulado) que se puede
controlar tanto en caracoles como en babosas.